Estimada Rosa. Vaya por delante mi enhorabuena por la síntesis que realizas acerca de: la divergencia entre la teoría de los autores aludidos, y la refutación de la misma por la experiencia histórica. En cuanto a Malthus, comparto contigo su equivocación al no considerar la intensificación de los cultivos como método para paliar los desajustes entre la geometría productiva y la aritmética poblacional. El inglés culpabilizaba al pobre por su condición. Decía que era precisamente el descontrol irracional de la fecundidad el responsable último de la pobreza. Para equilibrar la balanza proponía – disconformidad mediante con su propuesta- a abstinencia y el retraso matrimonial. Es el aumento incontrolado de los hijos – decía – el que pone en tela de juicio el abastecimeinto de alimentos. El Estado – y este es el fundamento de mi crítica – decía el autor, no debe intervenir para solucionar la pobreza irracional de la población. No estaba a favor, en términos contemporáneos – con el Estado del Bienestar. Rajoy al igual que Malthus sigue los parámetros de él. Al fin y al cabo todas las reformas apuntan hacia el mismo fin: “más mercado y menos Estado”. O dicho de otro modo, la pobreza es responsabilidad del ciudadano. La frase lapidaria de la Derecha: “hemos gastado por encima de nuestras posibilidades” traducida, en términos malthusianos, sería algo así como: “hemos tenido más hijos de los debidos”, por lo tanto, que “cada barco aguante su vela”. ¡Neoliberalismo! Saludos a todos los comentaristas del blog. @Abel_Ros
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